La presión arterial alta en la hipertensión es un indicador de hipertensión crónica persistente que debe tratarse. Incluso la presión arterial alta supone un riesgo de complicaciones.
El nivel de presión arterial indica la fuerza con la que la sangre presiona sus paredes a medida que avanza por los vasos. Las lecturas del monitor de presión arterial pueden fluctuar hacia arriba o hacia abajo a lo largo del día. Esto se considera la norma. Pero si el nivel de presión arterial es constantemente alto, estamos hablando de una enfermedad llamada hipertensión.
La hipertensión, o hipertensión arterial, causa complicaciones graves.
Los llamados órganos diana se ven afectados negativamente: corazón, riñones, cerebro, vasos sanguíneos, retina. Muy a menudo, las consecuencias de la hipertensión arterial son ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Hipertensión
La presión arterial alta en la hipertensión es peligrosa y depende del margen de error. La presión arterial sistólica normal oscila entre 120 y 129 mmHg y la presión arterial diastólica entre 80 y 84 mmHg.
El diagnóstico de "Hipertensión de primer grado" se realiza si las lecturas de la presión arterial se mantienen en un nivel de 140/90 a 160/100 mmHg. Este es un grado leve de la enfermedad, en el que la presión arterial constantemente elevada no va acompañada de daño a los órganos internos.
En la etapa inicial de la hipertensión, la presión arterial aumenta periódicamente. El estrés constante puede provocar aumentos frecuentes y prolongados. En un estado neuropsíquico tranquilo, los períodos de aumento son breves y poco frecuentes.
La presión arterial alta persistente en la hipertensión representa una gran amenaza de desarrollar una crisis hipertensiva. ¡Es solo cuestión de tiempo!
El éxito del tratamiento de la hipertensión arterial depende directamente del cumplimiento de las medidas y el régimen de tratamiento. El estricto cumplimiento de las recomendaciones del médico acelerará la disminución de las lecturas del tonómetro a niveles normales. El efecto puede durar mucho tiempo.
Debe controlar su presión arterial si tiene los siguientes síntomas:
- dolores de cabeza en la parte posterior de la cabeza (a menudo punzantes);
- mareo;
- trastornos del sueño;
- efecto visual de "moscas";
- dolor de corazon.
El peligro de la hipertensión radica en el hecho de que su etapa inicial suele ser asintomática.
Es posible que una persona ni siquiera se dé cuenta de que tiene presión arterial alta. El cuerpo se adapta rápidamente a nuevos indicadores y el paciente se siente bastante normal. Mientras tanto, el proceso patológico se propaga y afecta a los órganos internos.
Los cambios catastróficos en los vasos sanguíneos pueden provocar insuficiencia renal, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular, lo que resulta una completa sorpresa para el paciente.
Los cambios en el estilo de vida pueden tener un efecto positivo sobre los niveles de presión arterial.
Para ello, el paciente necesita:
- asegurar un sueño reparador;
- evitar situaciones estresantes;
- practicar ejercicios para relajar el cuerpo;
- seguir una dieta;
- aumentar la actividad física.
Si estas medidas no ayudan a hacer frente a la presión arterial alta, al paciente se le recetan medicamentos. Después del examen, el médico le dirá qué medicamento es mejor para normalizar la presión arterial.
Alta presión
¡La presión arterial alta debido a la hipertensión debe tratarse inmediatamente! El segundo grado de hipertensión (moderada) se caracteriza por su aumento a un nivel de 160/100 a 180/110 mmHg. Para que sus indicadores vuelvan a la normalidad en esta etapa de la enfermedad, se requiere el uso de medicamentos. Al examinar a pacientes diagnosticados con hipertensión en etapa 2, a menudo se detecta un agrandamiento del ventrículo izquierdo del corazón.
La hipertensión grave se diagnostica en casos con un aumento persistente de la presión arterial por encima de 180/110 mmHg. Tasas tan elevadas suelen ir acompañadas de complicaciones graves, como accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y disfunción renal.
La presión arterial alta debido a la hipertensión es la causa más común de muerte y discapacidad.
Los síntomas de presión arterial muy alta e hipertensión grave incluyen:
- arritmia cardiaca;
- hemorragias nasales;
- dolor en el área del corazón;
- dolor de cabeza;
- alteración de la marcha y coordinación de movimientos;
- discapacidad visual grave;
- debilidad muscular;
- parálisis (como resultado de una alteración de la circulación cerebral);
- tosiendo sangre;
- incapacidad para el autoservicio;
- desorden del habla;
- nubosidad de la conciencia.
Para tratar la hipertensión grave, se prescriben fármacos potentes o se aumentan las dosis de los medicamentos habituales. Los pacientes con patología crónica toman pastillas por el resto de sus vidas.
Prevención de la hipertensión
Si aún no le han diagnosticado hipertensión, reducir su presión arterial a niveles normales debe ser un objetivo diario.
Para mantener niveles normales, debes seguir algunas reglas simples:
- mantener un peso corporal normal;
- comer menos sal;
- mantener un régimen de actividad física moderada;
- dejar de fumar y reducir el consumo de bebidas alcohólicas;
- consumir alimentos que contengan potasio (el requerimiento diario promedio es de 3500 mg de potasio para un adulto);
- Incluya frutas y verduras frescas y productos lácteos bajos en grasa en su dieta diaria.
Nutrición apropiada
En caso de hipertensión arterial, es necesario seguir los principios básicos de nutrición:
- La dieta diaria debe estar equilibrada en cuanto a contenido de proteínas, grasas y carbohidratos. Ingesta diaria para un adulto: proteínas - 100 g, grasas - 100 g, carbohidratos - 400 g.
- Es necesario reducir el consumo de carbohidratos ligeros (rápidamente convertidos en glucosa).
- Reduce la cantidad de sal que consumes.
- Enriquece tu menú diario con alimentos ricos en vitaminas, potasio, magnesio y otros microelementos beneficiosos.
- Reemplace las grasas animales con aceites vegetales.
- Incluye en tu dieta mariscos ricos en yodo y ácidos grasos.
- Crea la dieta correcta: el número de comidas al día es 5, la última comida es 2 horas antes de acostarte.
- Dar preferencia a los platos hervidos o al vapor.
- La ingesta diaria de líquidos no debe exceder los 1, 5 litros (incluidos platos líquidos y té).
Si no hay anomalías crónicas o enfermedades vasculares, medidas tan simples deberían ser suficientes para normalizar la presión arterial.
Para la hipertensión en etapa 1, es necesario limitar el consumo de ciertos alimentos. Para los grados 2 y 3: excluir por completo.
No se recomienda estrictamente que los pacientes hipertensos incluyan en su dieta:
- ricos caldos de pescado y carne;
- carnes grasas de cerdo y cordero;
- café y té fuertes;
- grasa de res, manteca de cerdo;
- especias picantes;
- productos de panadería, tartas, pasteles;
- verduras saladas y encurtidas, rábanos;
- mayonesa, salsas grasas;
- chocolate, cacao;
- refresco dulce;
- alcohol y tabaco.
Productos que reducen la presión arterial.
Para los pacientes hipertensos, el mayor beneficio provendrá de productos que contengan antioxidantes y sean capaces de descomponer grasas, diluir la sangre y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
Contenido de nutrientes en los productos. | Lista de muestra de productos |
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Ácido fólico | Tomates, espinacas, cítricos, guisantes, frijoles. |
Ácido láctico | Chucrut, productos lácteos fermentados bajos en grasa |
Vitamina C | Escaramujo, ajo, grosellas, limón |
fibra gruesa | Patatas, cereales, verduras, hierbas, bayas y frutas. |
Fósforo, magnesio, potasio. | Nueces, mariscos, semillas. |
La lista de productos se puede ampliar siguiendo los principios básicos de la creación de un menú para pacientes hipertensos.
La presión arterial cambia a lo largo del día. Se observan fluctuaciones particularmente pronunciadas en pacientes hipertensos. Por la mañana es bajo, luego sube después de las comidas y vuelve a disminuir. Por la noche, la presión arterial es significativamente más alta que el nivel de la mañana. Y por la noche, durante el sueño, en pacientes con hipertensión arterial, puede descender bruscamente. Estos aumentos repentinos son más graves que en personas sanas.
Normalizar la presión arterial en la hipertensión puede salvar la vida de una persona y protegerla de un ataque cardíaco o un derrame cerebral.